Una pintura para cada superfície
Es importante que entiendas que no hay pintura de mala calidad, sino un uso inapropiado. Del mismo modo que no comprarías un Ferrari para meterte campo a través por las montañas, o unas chanclas de goma para ir a la nieve, tampoco se debe pensar que las pinturas son todas iguales y tienen el mismo uso.
Hoy en día, hay pintura para todo tipo de superfícies: pintura para azulejos, pintura para suelos, pintura para muebles o pintura para paredes…
No se debería utilizar una pintura para azulejos, por ejemplo, para pintar un suelo de cocina. Aunque inicialmente la adherencia sea correcta, la durabilidad y resultado nunca serán iguales que la de una pintura para suelos correctamente aplicada.
Otro ejemplo: una pintura de baja calidad, con muy poca resina, muchas cargas y mucha agua, no la utilizas para pintar un piso modernista en un proyecto de alta decoración, pero puede tener muy buen resultado en unos bloques de hormigón prefabricado para unos trasteros.
Calidades de pinturas y procesos de fabricación
Una vez explicado esto, hay notables diferencias entre las pinturas de calidad baja-media-alta y premium. Estas diferencias empiezan en el mismo proceso de fabricación y terminan en el laboratorio donde se realizan los ensayos y las certificaciones de las mismas. Todo esto, repercute evidentemente en el precio y en el resultado final.
En el proceso de fabricación, se debe tener en cuenta desde la utilización de energías renovables y elementos reciclables, hasta el control y reducción en la emisión y reutilización de residuos. La utilización de productos de alta calidad, con altas concentraciones de resina y pigmentos como el dióxido de titanio. Todo esto afecta a la pintura desde a la profundidad del color, el reflejo de la luz, la cubrición, durabilidad y dureza.
Las pinturas más económicas o de peor calidad tendrán más cantidad de vehículo portador (agua o disolvente), menos resina y menos pigmentos y cargas, además de que estas serán de peor calidad. Esto afecta directamente a la cubrición, rendimiento, capa de película seca, facilidad de aplicación, lavabilidad y durabilidad.
Con toda esta información, es fácil hacer un cálculo, y darse cuenta que un material que de entrada parece mucho más económico, nos dará menor rendimiento (gastaremos más producto), tendremos que aplicar mas capas (más coste de mano de obra), tendrá peores prestaciones (deberemos volver a pintar antes), y el resultado final no será el deseado.
Por último, recordarte que estamos a tu disposición para todo tipo de asesoramiento técnico con el fin que puedas realizar la elección correcta y que más se ajuste a tus necesidades. Contáctanos, estaremos encantados de atenderte.