Finalmente, queremos introducirte el concepto de COVs: los componentes volátiles orgánicos. Se trata de sustancias químicas en forma de gases y vapores que se consideran hoy en día como los principales contaminantes de las viviendas o los espacios en los que habitamos. Estos gases se emiten desde muchos de los materiales que conforman tu hogar: los sofás, las encimeras, los muebles, la pintura de las paredes…
Como no podría ser de otra manera, existen pinturas con diferentes niveles de COVs (quizás en mayor medida que otros sectores), ya que están presentes en muchos de los componentes del sector de la pintura.
Es por ello, que ya desde hace unos años, la tendencia del sector en I+D se centra en reducir al máximo estos componentes, nocivos tanto para nosotros como para el medioambiente.
Hay marcas, como Farrow and Ball, Benjamin Moore o Oikos Paint, que van un paso más allá y no se centran tan solo en cumplir con la normativa vigente. Su trabajo y esfuerzo se centra en reducir casi a cero en muchos de sus productos esta emisión de componentes volátiles orgánicos. Además, sus procesos de fabricación así como los materiales utilizados también son ecológicos y sostenibles.
Evidentemente este tipo de ensayos y certificaciones para corroborar el nivel de COVs, así como sus proceso de fabricación, tienen y coste que se repercute en el precio final de la pintura.
La formulación de pinturas con una baja emisión de COV y unas correctas prestaciones es más cara que la formulación tradicional, donde no se tiene en cuenta los efectos nocivos para el ser humano y el entorno en general.
Someter a los productos a ensayos y estudios por parte de laboratorios independientes debidamente autorizados para certificar el cumplimiento de las normas en vigor a nivel ecológico, no es una obligación sino un argumento de venta. Al tratarse de una práctica que encarece notablemente el precio final del producto, solo se suele realizar en productos de una cierta calidad.
Hacemos mucho hincapié en esto porque, si recordáis, al inicio hemos comentado que más del 70% de los elementos que nos rodean están pintados. Y sí, evaporan una cantidad de COV (componentes volátiles orgánicos) que se evaporan al entorno que habitamos y finalmente a nuestro cuerpo. Si estás leyendo esto mientras te fumas un cigarro, no te preocupes por tus paredes, deja de fumar primero y luego retoma el tema, paso a paso.
Pero si estás concienciado con tu salud y el medio ambiente, es importante buscar productos libres o con baja emisión de COV en todo lo que nos rodea. Cada vez más marcas como Oikos Pain, Farrow & Ball o Benjamin Moore y otras buscan líneas de fabricación premium y sostenibles, para productos ecológicos o poco contaminantes.
Cada vez vivimos en espacios más cerrados, y más sintéticos, es por ello que debemos rodearnos de productos saludables.
En resumen, la elección de una pintura no es solo una compra para un resultado estético momentáneo, es mucho más que eso.